
Me acuerdo de esta norma cada vez que veo alguna noticia de la Superleague Formula, prueba automovilística en la que las escuderías están patrocinadas por equipos de fútbol y lo cierto es que no me convence mucho la idea. No sólo porque soy un firme defensor de las teorías de Ries y Trout sino porque, además, tengo el convencimiento de que un club con el atributo de ganador en su ADN no puede permitirse el lujo de terminar el último en una competición, aunque sea de coches.
Foto: as.com
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo amigo. Básicamente por eso el RM no entró en este negocio...(al menos es lo que se dice por aquí...)
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