viernes, 20 de marzo de 2009

El cubo

Durante un tiempo trabajé evaluando la visibilidad de diferentes patrocinios deportivos y valorando posteriormente dicha visibilidad. Para ello, aplicaba una particular metodología que relacionaba el tiempo de exposición de los diferentes soportes en los que estaba presente el patrocinador con las tarifas publicitarias utilizadas en planificación de medios. La regla de oro era descontar parte del valor que obtenía la marca por cada aparición, ya que se entendía que la atención del espectador no estaba en el anunciante sino en el juego. Pero había una excepción. Cuando el deportista de turno se accidentaba con alguno los espacios publicitarios. No era algo que sucediera con mucha frecuencia pero de vez en cuando se daba el caso en el que una valla se convertía en protagonista por unos instantes.

Aunque ya no desempeño mi labor profesional en ese ámbito, viendo el otro día como Bolo Zenden se quedaba atrapado en un cubo de la marca Orange tras anotar un gol para su equipo el Olympique de Marsella, me preguntaba a cuántos euros habría ascendido el retorno del operador móvil por tan desdichado incidente.

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