He de confesar que no estoy siguiendo la Vuelta a España. Tal vez sea cosa mía pero el caso es que de esta edición por no interesarme, no me ha interesado ni la canción. Recuerdo que hace unos años criticaba mucho el afán comercial del Tour al poner la etapa prólogo en horario de prime-time, saltándose alegremente lo tradicional de disputar la prueba a la hora de la siesta. Me parecía un atentado contra la esencia del ciclismo. Sin embargo, pasado el tiempo, empiezo a pensar que no iban desencaminados. E incluso me imagino la posibilidad de correr de noche. Ganaría en espectacularidad (lo hacen todos los deportes que se celebran con luz artificial) y se podrían probar nuevos soportes publicitarios para los patrocinadores:
Nota: ha sido publicar la entrada y recibir la llamada de uno de los lectores de este blog para informarme de que el prólogo de La Vuelta del año que viene será de noche. Así que ya saben, ahí tienen la idea de los displays.
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