El otro día andaba por la cocina de mi oficina haciendo una micropausa de esas que recomiendan los técnicos en prevención de riesgos laborales cuando, una compañera a la que no le gusta el café, sacó un producto de la máquina de vending derivado de este alimento sólo por el mero hecho de que le gustaba el packaging. Desde luego el tema de destacar en el lineal es clave y bien lo saben aquellos que se pelean por un espacio en las grandes superficies. Pero tan importante como destacar por fuera es hacerlo también por dentro. Y no me refiero sólo a que el producto en sí sea lo que el consumidor espera. Una amable lectora de este blog me ponía en la pista de unas zapatillas de fútbol que vienen dentro de la caja que ilustra este post. Me imagino que todo aquel que se las compre estará satisfecho con la experiencia. Porque con un envase que tiene un diseño interior tan sugerente, es imposible no pensar al adquirir las botas que uno va a pegarle a la pelota como Cristiano Ronaldo (o como Steven Gerrard, en mi caso).Nota: y otro lector, también amable, me indica que al abrir la caja se oía el bullicio del público en el estadio. Total nada. La marca que está detrás de todo esto es Nike.
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