Hace poco debatía apasionadamente con amigos acerca de las redes sociales y de lo que pueden aportar a una compañía. Mis contertulios no acababan de verlo claro y se encendían cada vez que decía que un estado de Facebook o un tweet bien tirado en Twitter pueden sumar mucho a los intereses comerciales de una marca. Ellos me pedían que fuera más concreto y les pusiera ejemplos. Les dije entonces que la cosa no era tan complicada. Bastaba con buscarse excusas de comunicación para charlar amigablemente con los clientes y potenciales y, en una fase dos, conseguir una transacción. Ya viendo que el consumidor no tenía por qué aflojar la mosca en la web 2.0 sino simplemente ser dirigido hacia el punto de venta (ya sea una tienda física u online), me preguntaron si podía profundizar en lo de las excusas de comunicación. Y yo, que soy un tío gentil, les expuse amablemente una acción muy reciente que ha llevado a cabo la marca de juguetes Giro a cuento del comienzo de la Liga de fútbol.
Resulta que coincidiendo con la primera jornada de la supuesta mejor competición futbolística a nivel doméstico, los jugueteros les proponen a sus fans de Facebook que pronostiquen quien arrancará líder mediante publicaciones en el muro de su página oficial. Y digo arrancará porque ahí está la gracia. Apalancan la creatividad de la acción en el concepto arranque y exponen de esta manera las bondades de sus Ferraris teledirigidos. Todo muy sencillo. ¿Venden algún cochecito? Ahora mismo no, pero incentivan al usuario a participar y, en consecuencia, despiertan el interés por el producto. Bien jugado, sin duda. Sobre todo porque, además de lo expuesto, hay que señalar que el deporte da que hablar a diario, por lo que no les será difícil buscarle continuidad a esto en próximas fechas.
Dicho esto, los reunidos en el debate citado en el primer párrafo viendo que la cosa no era tan compleja preguntaron que si esto era así, ¿dónde estaba el problema? Pues el problema está en que el personal abre canales de contacto con la gente pero luego no hace nada con ellos. Así que nuestro reconocimiento para los juguetes Giro y para los que todos los días hacen un buen uso de las redes sociales. A ver si cunde el ejemplo. Y si es con motivos deportivos, mejor.
Resulta que coincidiendo con la primera jornada de la supuesta mejor competición futbolística a nivel doméstico, los jugueteros les proponen a sus fans de Facebook que pronostiquen quien arrancará líder mediante publicaciones en el muro de su página oficial. Y digo arrancará porque ahí está la gracia. Apalancan la creatividad de la acción en el concepto arranque y exponen de esta manera las bondades de sus Ferraris teledirigidos. Todo muy sencillo. ¿Venden algún cochecito? Ahora mismo no, pero incentivan al usuario a participar y, en consecuencia, despiertan el interés por el producto. Bien jugado, sin duda. Sobre todo porque, además de lo expuesto, hay que señalar que el deporte da que hablar a diario, por lo que no les será difícil buscarle continuidad a esto en próximas fechas.
Dicho esto, los reunidos en el debate citado en el primer párrafo viendo que la cosa no era tan compleja preguntaron que si esto era así, ¿dónde estaba el problema? Pues el problema está en que el personal abre canales de contacto con la gente pero luego no hace nada con ellos. Así que nuestro reconocimiento para los juguetes Giro y para los que todos los días hacen un buen uso de las redes sociales. A ver si cunde el ejemplo. Y si es con motivos deportivos, mejor.
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