miércoles, 20 de mayo de 2009

Una alternativa al mosaico

Fue en la década de los noventa, creo yo, cuando se puso de moda lo de repartir cartulinas en las gradas del estadio de fútbol correspondiente para que, con la participación de los asistentes, se crease una determinada atmosfera intimidatoria por medio de la confección de un mosaico (tifo que le dicen los que están metidos en el mundillo de la animación). La mecánica no podía ser más simple a la par que efectiva ya que, bastaba con levantar el trozo de cartón por encima de la cabeza al mismo tiempo que tus vecinos de localidad, para conseguir el efecto deseado.

El problema es que ha pasado el tiempo y el asunto este de los mosaicos no ha evolucionado nada y claro, la falta de novedad hace que empiece a resultar aburrido. El día que el Barça ganó por dos goles a seis al Real Madrid estuve en el Bernabéu y tocó hacer lo de las cartulinas. No quedó del todo mal pero me confirmó que hay que ir pensando en otra cosa. A mí se me ocurre adaptar algunas ejecuciones de un concepto que está muy de moda ahora y que se conoce como flashmob o multitud instantánea. En el fondo, no deja de ser una concentración de gente que se reúne en lugares públicos para hacer algo inusual rapidamente y luego dispersarse (en nuestro caso, no haría fata irse porque hay que ver el partido). Un buen ejemplo es la última campaña de T-Mobile, "La vida es para compartir", en la que cientos de personas cantan al unísono "Hey Jude" en la plaza de Trafalgar Square. La implementación de esta técnica en el mundo del fútbol podría dar como resultado una alternativa real al mosaico:

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