viernes, 29 de enero de 2010

Gordos y soportes

Recuerdo que hace unos años estuve presente en un torneo de golf para hacer una especie de inventario de soportes e identificar aquellos que ofrecían mejor visibilidad para las marcas. Entre tales emplazamientos se encontraban los voluntarios encargados de controlar el silencio del campo a la hora de que el jugador de turno golpeará la bola. Vestidos con camisetas de Hugo Boss, eran una suerte de hombres-anuncio que, sin duda, ofrecían la mejor de las exposiciones para cualquier anunciante presente en el evento. Siempre acompañando al público a lo largo del recorrido y siempre interactuando con ellos, aunque fuese para decirles que se callaran. Pero si bien el objetivo de conocimiento lo cubrían con creces, no tanto el de imagen. Y es que había por allí algún que otro individuo sobrado de kilos y, la verdad, acostumbrado como está uno a ver a la firma de ropa vistiendo los cuerpos de esculturales modelos, la cosa chirriaba un poco.

Una sensación parecida tuve el otro día cuando me acerqué hasta el Palacio de Vistalegre a ver a los dos mejores conjuntos de la liga ACB frente a frente. Mientras que la mayoría de los allí presentes se fueron pensando en la fantástica exhibición del Barcelona ante un errático Real Madrid, yo me quedé consternado con la vestimenta del speaker del pabellón. Resulta que el equipo blanco, entre los muchos elementos de animación que incorpora en su terreno de juego, cuenta con uno de los maestros de ceremonias más reconocidos en el mundillo, Pedro Bonofiglio. De acuerdo con lo que cuenta el protagonista (ver vídeo adjunto a partir del minuto uno), la aseguradora MMT es la responsable de que el tipo ejerza sus funciones allá donde la empresa tiene un patrocinio firmado. El año pasado estaba en el Estudiantes y este año está en la acera de enfrente. Hasta aquí todo correcto. Pero lo que ya no me cuadra es que se ponga la camiseta de juego para desempeñar su tarea. Y es que le pasa lo mismo que a los stewards que citaba en el primer párrafo. Al no contar con un físico estilizado, va hecho un cromo, destacando MMT en una barriga alejada totalmente de ciertos valores que evoca el deporte.

Con esto no quiero decir que los gordos no puedan animar un partido de baloncesto, pero mejor si lo hacen de paisano. Hay que andarse con ojo a la hora de elegir dónde colocar una marca. En el suelo y en los tipos pasados de peso, mejor pensarselo dos veces.

Nota: la foto es del foro "Corazón Blanco" y la entrevista de "Tu Basket.com"

1 comentario:

maria dijo...

Pero la visibilidad de la marca es fenomenal!!