viernes, 8 de octubre de 2010

El partido imposible

Tengo un amigo que siempre me insiste en que McDonalds va por delante Burger King por la sencilla razón de que regala más juguetes a los niños con el menú infantil. Como sé que lleva años investigando a los consumidores, no se me ocurre cuestionar ninguna de sus exposiciones y menos esta. Porque la idea de que a los clientes hay que captarlos cuanto antes mejor, es un ejercicio de sentido común obligatorio para cualquiera que esté vendiendo algo. Los beneficios de tener un ciclo relacional marca-consumidor prolongado en el tiempo son obvios y en el caso del deporte, más. Tener a un chaval enganchado a una causa deportiva desde el primer momento, significa ventas y más ventas durante años. La cuestión que se plantea entonces es saber cómo se puede desarrollar una estrategia de captación exitosa. Vale que los resultados en las diferentes competiciones influyen mucho (es difícil que un crío no simpatice con los mejores jugadores y los conjuntos más triunfadores del momento). También la tradición familiar aporta lo suyo (eso de que como mi padre es de este equipo yo también lo soy, es algo habitual). Pero ojo, tal vez sin pretenderlo, Joseba Etxeberría sentó las bases de la que podría ser una campaña de reclutamiento capaz de competir con los dos insights ahora mismo citados. Se trata de lo que él llamó "El Partido Imposible". Con motivo de su retirada del fútbol profesional, convocó a doscientos niños en San Mamés para que jugasen un partido contra la primera plantilla del Athletic (cien en una parte y cien en la otra). No me resulta difícil imaginar lo que debió ser para los niños la experiencia, pisar el césped, tener delante a los jugadores...y tampoco me supone un alarde de fantasía vislumbrar que los chavales serán seguidores de los leones para toda la vida. Entonces, ¿por qué los departamentos de marketing de los clubes no organizan partidos imposibles como una referencia más en su catálogo de productos?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Supongo que los del Athletic defenderían en zona, y no al hombre... bueno, al niño.

Fantástica forma de conseguir fidelizar a la hinchada!

Anónimo dijo...
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