viernes, 1 de octubre de 2010

La exclusividad y el partido de los lunes

En una ocasión le escuché contar a Luis Casimiro (entrenador del Fuenlabrada por aquel entonces), que la exclusividad era un atributo fundamental a manejar por los técnicos deportivos. Decía que, a lo largo de una temporada, era raro que hiciese muchas reuniones de esas a las que asiste toda la plantilla y se analizan situaciones que no funcionan y que apuntan maneras de ir a más. La razón era que si abusaba de este recurso, corría el riesgo de convertirlo en rutinario y, en consecuencia, que perdiera impacto el mensaje a transmitir.

Supongo que los tipos que deciden los horarios en la LFP no comparten las teorías del estratega baloncestístico o bien, a mí se me está escapando algo. Porque la verdad, me resulta difícil de digerir lo del partido de los lunes. Vale que el fútbol se consume por inercia pero la saturación de partidos es tal, que cada vez es más acusada la falta de calidad en lo que al producto se refiere. En concreto, este añadido que tenemos cada jornada un día después de que se haya disputado todo, parece haber adquirido todas las papeletas para ser el contenido más residual de la actualidad deportiva. Ni tiene el foco informativo ni tiene nada. Pero eso sí, deja la sensación de pretender estirar el chicle, provocando una sensación de cansancio en los aficionados. Desde luego, si yo fuese un patrocinador poniendo dinero en la principal competición domestica de clubes en el ámbito futbolístico, levantaría la voz exigiendo un poco de sensatez. Se recuperaría la exclusividad y la imagen de marca saldría favorecida. Palabra de Luis Casimiro.

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